Transformar las relaciones desiguales de poder
Para lograr la sociedad que queremos, las aspiraciones no son suficientes. Las relaciones desiguales de poder que mantienen el autoritarismo, la violencia, la discriminación y la exclusión no se cambian por sí solas.
En la casa, la cama
y la calle
Para avanzar en los valores y prácticas democráticas y de equidad y respeto mutuo en la casa, la cama y la calle, se requiere de cambios en varios ámbitos y niveles: en las normas sociales y la cultura popular, así como en las relaciones interpersonales y familiares, en la comunidad y las instituciones, las políticas y en la cultura política.
El cambio comienza con las personas
Enfocamos el trabajo principalmente en personas que promueven estos cambios: Activistas y líderes que trabajan en sus comunidades, en organizaciones, instituciones y medios de comunicación, así como en movimientos sociales que luchan por los derechos de las mujeres de todas las edades, personas LGBTIQ+, y la comunidad migrante centroamericana.
La acción colectiva
es clave
Mientras las personas son la fuerza motora para estos cambios, los cambios no se logran sólo con el esfuerzo individual. Se necesita de acciones colectivas y comunitarias, y de grupos y organizaciones que se articulan en movimientos sociales para demandar y construir los cambios deseados.